Hay momentos en la vida donde parece que nos encontramos ante un muro gigante e imposible de escalar.
A veces las cosas se ponen tan complicadas que no sabemos hacia dónde correr. Pero, sabes qué, no estás solo en esto.
Te voy a compartir algo que ha ayudado a muchas personas: las oraciones milagrosas para esos casos que parecen no tener salida.
Quédate conmigo, y verás que hay luz al final del túnel.
San Judas Tadeo, intercesor en todo problema difícil, socórreme en esta hora de necesidad y angustia…»
Te necesito más que nunca, pues tengo un problema al que no le veo solución, pero mi vista termina muy pronto, porque no soy santo como tú.
Por eso te pido que veas al horizonte por mí, ayúdame a ver más allá de lo que veo e ilumina mi camino, para poder salir pronto de este problema.
Dedícale un momento de tranquilidad y enciende una vela, hazlo con la certeza de que serás escuchado.
Señor Jesús, en humildad y confianza me acerco a ti
en este momento de gran necesidad y desesperación.
Tú que derramaste tu Preciosa Sangre en la Cruz
por nuestra salvación y redención,
y que nos has enseñado la inmensidad de tu amor y sacrificio,
te imploro que mires lo que pasa en mi vida…
(Menciona aquí la situación)
Te pido, por el poder de tu Sangre Santísima,
que me asistas en mi aflicción,
que limpies y purifiques mi corazón de toda angustia,
y que envuelvas mi causa en tu misericordia divina.
Que la Sangre que brotó de tu sagrado costado
sea fuente de fortaleza y esperanza en mi vida,
y que cada gota derramada sea un bálsamo
que suaviza el dolor de mis pruebas y adversidades.
Concédele paz a mi espíritu y luz a mi mente,
para discernir tu santa voluntad
y encontrar las soluciones que tanto busco.
Haz que sienta tu mano poderosa actuando en mi causa,
y que a través de tu Preciosa Sangre
pueda obtener la gracia que tanto anhelo.
Te ruego también por todos los que sufren,
para que encuentren consuelo y alivio en su dolor.
Une nuestras plegarias y haznos partícipes
de tu victoria sobre el pecado y la muerte.
Por favor no te olvides de nosotros.
Amén.
Espíritu Santo, Tú que iluminas todo camino,
que alivias toda carga y otorgas toda gracia.
Acudo a ti en este momento de dificultad e incertidumbre.
En este día, te pido con humildad que hagas presencia
en medio de mis circunstancias que parecen desafiar toda esperanza.
Espíritu de sabiduría y entendimiento,
ilumina mi mente para ver las soluciones que escapan a mi vista.
Espíritu de consejo y fortaleza,
guíame en mis decisiones y dame el coraje de aceptar
las realidades que no puedo cambiar,
la fuerza para modificar aquellas que puedo
y la sabiduría para diferenciarlas.
Espíritu de conocimiento y piedad,
ayúdame a confiar en que todas las cosas trabajan
para el bien de quienes aman a Dios.
Inflama mi corazón con tu amor,
para que yo pueda amar con generosidad y servir desinteresadamente.
Yo sé que con Dios nada es imposible,
por favor no me apartes de tu camino.
En los casos más difíciles,
cuando las soluciones parecen invisibles e inalcanzables,
te pido que seas mi consuelo, mi apoyo y mi guía.
Oh Espíritu Santo, recibe este mi ruego
y derrama sobre mi situación tu luz y tu verdad.
Que por tu intercesión divina, encuentre paz en la espera
y una resolución conforme a la voluntad santa de Dios.
Confiando en tu poder y en tu bondad infinita,
te entrego mis cargas y mis ‘casos imposibles’,
con la fe de que Tú puedes transformar toda oscuridad en luz.
Amén.